Crítica: "Boggie en la luna"
El EP debut de la banda patagónica La Patrulla Espacial contiene cuatro temas de interesante psicodelia.
El EP debut de la banda patagónica La Patrulla Espacial contiene cuatro temas de interesante psicodelia.
La Plata sigue ofreciendo un lugar de encuentro y dispersión para cerebros abrumados con intenciones de quemarse a alta velocidad. Lo de La Patrulla Espacial, un quinteto de músicos nacidos en Comodoro Rivadavia:
Schneider: bajo y coros
Lucas Borthiry: guitarra y coros
Shaman Herrera: guitarra acústica
Tomás Vilche Ferrayoli: voz y guitarra
Tulio Simeoni: batería
Lucas Borthiry: guitarra y coros
Shaman Herrera: guitarra acústica
Tomás Vilche Ferrayoli: voz y guitarra
Tulio Simeoni: batería
(bah... hay uno que es de Río Grande, Ushuaia) y reunidos en la ciudad universitaria bonaerense, es un caso digno de consideración: son pocas las veces que apenas cuatro canciones logran hacer flamear al oyente. Y ellos, en quince minutos y fingiendo no esforzarse, lo logran.
"Noche espacial" transmite desprolijidad en dos tonos y un caos denso, pero da la sensación de que estos mismos archivos ejecutados en vivo deben lograr efectos perturbadores en la conciencia; en el solo de guitarra a puro wah wah y platillos derrumban cualquier suposición de escasez de técnica Le sigue "Sentados en la estación", donde se ponen un poco más nocturnos y suburbanos. "Psicodélicos sonidos" parece estar hecha para tocar en vivo en un bar abrumado como el de "Del crepúsculo al amanecer"; nos habla de "humo que flota en las venas". El cierre es "Boggie en la luna", canción mareada que empieza cantando sobre un riff sucio y baja sus revoluciones hasta terminar gateando y susurrando.
La Patrulla Espacial suena como Pappo en un satélite orbitando alrededor de Saturno. Hacen canciones que parecen destinadas a que el torso pierda el equilibrio, el cuello se vuelva gelatina y la mirada se pierda intentando ver el cerebro. Es la clase de banda que se puede consumir cuando hay ganas de experimentar psicodelia y no hay dinero para justificar un llamado al puntero. Pero también es la primera que habría que escuchar con la transacción ya realizada. Conmoción garantizaahhhdaaaahhh!!!!
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